POEMAS CLAVE | FERNANDO PESSOA

$20.900
Entregas para el CP:

Medios de envío

Pessoa era una persona muy sociable, tanto que lo era hasta en la soledad, donde creó una comunidad literaria ficticia compuesta por él mismo más sus seudónimos y “heterónimos”, en lo que denominó “drama en gente”. En este drama poético Pessoa fue incluso capaz de inventar, increíblemente, al menos dos poetas tan grandes como él mismo –Alberto Caeiro y Álvaro de Campos–, acompañados de una media docena de autores importantes, además de cien y tantos otros mayores y menores. Aunque cultivó todos los géneros, él mismo, su época y la posteridad lo consideran principalmente un poeta. La presente selección de sus poemas entrega una muestra abundante de Alberto Caeiro, la puerta más ancha para la literatura de Pessoa; una muestra no menor del Álvaro de Campos maduro, a partir de su gran poema “Tabaquería”; una pequeña muestra de las odas de Ricardo Reis; y un grupo de poemas, particularmente personales, de Fernando Pessoa “él mismo”. “Piedra de toque del modernismo, nadie ha explorado las identidades alternativas con la mezcla de determinación y abandono con que Pessoa lo hace. En una época que celebra la fama, el éxito, la estupidez, la conveniencia y el ruido, he aquí el antídoto perfecto, un himno de alabanza a la opacidad, la derrota, la inteligencia, la dificultad y el silencio”.

John Lanchester

 

Sobre el autor:

Fernando Antonio Nogueira Pessoa nace en Lisboa el 13 de junio de 1888. A los 5 años muere su padre. La madre vuelve a casarse y se traslada a Durban, Sudáfrica, donde recibe una educación inglesa. Poeta bilingüe, la influencia sajona será constante en su pensamiento y su obra. En 1905, cuando está a punto de ingresar en la Universidad del Cabo, regresa a Portugal. En 1907 abandona la facultad de letras de Lisboa e instala una tipográfica que fracasa. Empieza a trabajar como corresponsal extranjero, redactor de cartas comerciales en inglés y francés, trabajo discreto que sostendrá toda su vida y en el que ocupa el menor tiempo posible. Todo su interés estará centrado en su escritura y en el desarrollo de la obra de sus heterónimos, además de una cierta curiosidad por los misterios del ocultismo y la masonería. Fue un hombre solitario pero no aislado, siempre buscó incidir en el mundo literario. Mantuvo un vínculo cercano con algunos pocos amigos, que veía en los cafés y ninguna relación amorosa. Gustaba de beber solo en las tabernas. Desde que vuelve a Lisboa a los 17 años no vuelve a salir de ella. Allí muere el 30 de noviembre de 1935, a los 47 años de edad.

Compartir: