MI CORAZÓN CONGELADO. DIARIOS DE VIAJE | MARY SHELLEY

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Mary Shelley tuvo una vida tan fascinante como turbulenta: hija de un matrimonio progresista e intelectual, a sus dieciséis años se enamoró del poeta Percy Shelley. Frente al rechazo que la relación provocó en su padre, y para escándalo de la sociedad británica de la época, los amantes se fugaron y emprendieron un largo viaje por Europa, durante el que redactaron un diario a cuatro manos. En esos años que pasaron lejos de Inglaterra, Mary Shelley recorrió Suiza, Francia, Países Bajos y Alemania mientras escribía su Frankenstein o el moderno Prometeo, hito de la literatura mundial, profundamente adelantada a su tiempo.

Apremiados por cuestiones económicas, los Shelley tuvieron que regresar a su país, pero no por mucho tiempo. El gusto por la itinerancia ya se había instalado en ellos y no tardaron en viajar a Italia. Para Mary, que en un principio se vio gratificada por la vida que llevaban allí, llena de amigos, de lecturas, de estudio, todo se tiñó, inesperadamente, de duelo: en Italia perdió tanto al amor de su vida como a uno de sus hijos. Esos años de melancolía están volcados en sus diarios.

Mi corazón congelado reúne las anotaciones de sus idas y venidas a lo largo de más de veinte años, esbozando un retrato novedoso de una autora multifacética: se entrecruzan su vida personal con su admirable autoformación intelectual; sus lecturas más alegres con sus años más azules; sus procesos de escritura con sus reiterados viajes. Un libro imperdible para todas y todos los apasionados del mundo Shelley.

 

Sobre la autora:

Mary Wollstonecraft Godwin (Londres, 1797). Fue hija de figuras del mundo intelectual de finales del siglo XVIII: Mary Wollstonecraft, filósofa y escritora, autora del manifiesto La Vindicación de los Derechos de la Mujer, y William Godwin, escritor, filósofo y político vinculado al anarquismo. Días después del nacimiento de Mary, su madre murió, por lo que ella y Fanny, su media hermana, serían criadas por William, quien años después contraería matrimonio con Mary Jane Clairmont, que a su vez tenía dos hijos. La convivencia entre los nuevos hermanos fue compleja, Mary sentía que su madrastra los privilegiaba a ellos y la situación económica de la familia empeoraba. Pese a ello, el estímulo cultural que recibía, la temprana lectura del manifiesto escrito por su madre y la nutrida biblioteca, hicieron germinar en ella un fuerte interés cultural. Tras conocer al poeta Percy Shelley en Escocia, Mary se volcó por completo a la lectura y la escritura. La relación estuvo marcada por la intensidad: pocas certezas económicas, una vida nómade y las relaciones paralelas de Percy. Su obra más conocida, Frankenstein o el moderno Prometeo, pionera de la ciencia ficción y el género gótico, fue publicada de forma anónima en 1818, y críticos y lectores asumieron que era obra de Percy, pues la edición contenía un prólogo suyo. No sería hasta 1831 cuando Mary reescribiría el libro y fijaría una edición definitiva sin las intervenciones de Percy. En julio de 1823 la escritora volvería a Inglaterra, donde se asentaría dedicándose a la crianza de su hijo y a la escritura. Ahí publicaría las novelas Valperga (1823) y Perkin Warbeck (1830), y la ficción apocalíptica El último hombre (1826). Sus últimos años estuvieron marcados por malestares físicos. El primero de febrero de 1851, murió a los cincuenta y tres años de un tumor cerebral.

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