FIN. Mi lucha: IV | KARL OVE KNAUSG

$34.600
Entregas para el CP:

Medios de envío

La familia, la paternidad, la pareja, la escritura: el Knausgård más sincero y maximalista pone la última piedra en ese monumento literario que es Mi lucha.

Mi lucha, de Karl Ove Knausgård, alcanza el Fin, y lo hace llevándonos hasta el principio: Knausgård, enfrentado a un callejón sin salida literario y un punto muerto existencial, acaba de volcar sus ansiedades (y exponer a sus allegados) en La muerte del padre, y se dispone a publicarla. Se hace fotos para el lanzamiento, se prepara para las primeras entrevistas promocionales, da, nervioso, a leer el manuscrito y recibe respuestas mayormente conformes. Y, de pronto, una bomba anunciada por dos palabras, «Violación verbal», que encabezan el e-mail que a Knausgård le manda su tío Gunnar: un e-mail que lo acusa de haber escrito un libro lleno de mentiras bajo el influjo adoctrinador de su madre, y que anuncia medidas legales si este llega a ver la luz. Una bomba que sacude al autor e impacta contra la línea de flotación de su proyecto, que busca poner la memoria al servicio de la honestidad: Knausgård tendrá que preguntarse si la primera no lo está traicionando, comprometiendo así la segunda, y, en caso negativo, cuáles son los efectos de querer ser honesto a toda costa.

Y, a raíz de ello, el Knausgård más minucioso y exhaustivo, el más desenvuelto y proteico, capaz de entreverar su hiperrealismo doméstico de variadísimas reflexiones y derivas ensayísticas, inicia un excurso de una osadía casi desafiante y una inusual capacidad asociativa donde del peso del nombre en la familia y en la construcción de la identidad se pasa a su peso en la literatura, y de ahí al Holocausto y a Hitler y su Mi lucha, examinando las formas a veces perversas en que puede influir en la realidad la palabra.

Y cuando el excurso termina, de vuelta en casa al otro lado de la palabra, a Knausgård le espera la realidad en toda su crudeza. Fin redobla esfuerzos para conseguir un cierre a la altura de Mi lucha, amplificando las propiedades más relevantes del estilo knausgårdiano: su maximalismo, su libertad formal y expresiva, su transparencia, su urgencia sin maquillar, su capacidad para englobar todo lo que bulle y late en una vida. El resultado regresa al terreno de La muerte del padre y Un hombre enamorado para, potenciando sus logros, entregar páginas agudas e inmediatas, dolorosas y emocionantes, sobre la familia, la paternidad, la pareja, la escritura y el equilibrio inestable que todas ellas mantienen: la encrucijada sobre la que Knausgård ha edificado un monumento literario que ya está, ahora, deslumbrantemente completo.

 

Reseñas:

 

"Knåusgard ha topado aquí con la gran realidad, el gran misterio, del mundo: […] el desafortunado intento de un ser biológicamente incompleto de alcanzar una especie de completitud mental o espiritual… Como lectores estamos más cerca de Karl Ove que en cualquier novela o autobiografía normales".

Fredric Jameson, London Review of Books

 

"Irresistible y absorbente. Una interacción cautivadora entre la banalidad y la belleza, la redundancia y lo sublime".

Chris Power, New Statesman

 

"Conmovedora y del todo adecuada. Una obra de arte hipnótica y genuinamente importante, que hace pensar".

Stuart Evers, The Spectator

 

"Quizá la más absorbente de las entregas de esta epopeya, y un logro literario indudablemente impresionante".

Booklist

 

"Fascinante". 

Alex Clark, The Guardian

 

Sobre el autor:

Karl Ove Knausgård (1968) emprendió en 2009 un pro­yecto literario sin igual: su obra autobiográfica Mi lu­cha es una gran proeza; está compuesta por seis nove­las, la última de las cuales ha sido publicada en junio de 2019. Ha obtenido numerosos galardones y una can­tidad insólita de lectores, además de un gran núme­ro de traducciones. Anagrama ha publicado todos los tomos, con extraordinaria acogida crítica: La muerte del padre: «Un libro importante, un esfuerzo literario digno de admiración y un ejemplo de vocación literaria» (José María Guelbenzu, El País); Un hombre enamorado: «Gran literatura» (Alberto Manguel, El País); La isla de la infancia: «Una novela magistral. Mi lucha es una de las sagas literarias más hermosas de las úl­timas décadas. Knausgård ya se ha hecho un hueco entre los clásicos» (Rafael Narbona, El Mundo); Bailan­do en la oscuridad: «Una historia que hemos leído mu­chas veces pero nunca así, con una libido tan verdadera, con un sentimiento tan agudo del dolor marcado por la inexperiencia» (Anna Caballé, El País); y Tiene que llover: «No me gustaría llamarlo el libro del año o de la década porque está llamado a más altas metas: a ocupar un lugar privilegiado en la presente centuria» (Ángeles López, La Razón). Ahora cierra la serie con el sexto y último: Fin.

Compartir: